<<... Cuando la vecina lo encontró, el cuerpo estaba en el suelo, y aún se podía sentir el calor que alguna vez emanó de su piel. Era lógico pensar en un asesinato. La señora Beatriz, fue a ver el motivo del griterío que había escuchado, y en lugar de encontrar a dos personas discutiendo encontró ese cuerpo lleno de sangre.
Los policías de investigaciones hicieron todos los peritajes correspondientes. Interrogaron a la señora Beatriz, quien contó solamente lo que ella pudo ver, porque se puso tan nerviosa al ver el cadáver, que su mente no pudo idear otras mentiras, cosa que le hubiera encantado.
Antes del accidente, ella estaba cocinando en su departamento, recién había peleado con don Sergio, su marido, porque él no quiso sacar la basura. Y para pasar su enojo, su modo más efectivo siempre fue comer. Por lo tanto, se vio obligada a tener que cocinar castañas con crema, “es que ningún otro postre me quita tanto el enojo”, le solía decir a sus amigas. No sabía que se iba a morir tres años después de este fatídico día, de un infarto al corazón. “Siempre tuvo el colesterol muy alto, y le dije que se cuidara, pero ella nunca lo tomó enserio” dijo el doctor al ya viudo marido, quien nunca supo que por no sacar la basura, terminó matando a su mujer... >>
Fragmento de "Lucidez"
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